CARTA AL CIELO
Querido Dios:
Aquí los días son cortos
y el frío cala los huesos,
los campos parecen dormidos
guardando otoñal silencio,
noviembre agoniza eterno
a las puertas del invierno,
con ese gélido aliento
que hace rilar al viento
hasta la noche en el cielo
dibuja estrellas de hielo.
En fin,
Tú ya sabes lo que es esto
pues muchos son los otoños
que alberga tu silencio,
los hombres parecen
ignorar el sentimiento
y se alejan del Amor
con irreverente gesto,
se olvidan del corazón
sucumbiendo a la sinrazón
de su egoísta cerebro
Por favor,
no olvides regalarnos
con la calma de tu voz,
no olvides entusiasmarnos
en nuestro intento cotidiano
de dibujar un mundo mejor,
que aquí te necesitamos
para aprender sin reparo
a usar la palabra perdón,
a regalar nuestras manos
en medio de tanto dolor.
Querido Dios:
Espero tu contestación.
Mª
José Mira Picó