domingo, 27 de noviembre de 2016

OTOÑO


Así como caen las hojas en otoño, caen nuestras horas mecidas por el dulce aliento que  susurra nuestro corazón.

sábado, 26 de noviembre de 2016

viernes, 25 de noviembre de 2016


No morirá un pueblo, ni dormirá el sentimiento, mientras unos versos lancen su voz al viento. Ni siquiera un recuerdo se perderá en el silencio siempre que una pluma describa su momento. No sucumbirá la ternura, ni la tradición, ni la hermosura, mientras quede un poeta que escriba la dulzura, la emoción… Ni siquiera la pérfida amargura será capaz de eclipsar su voz. El aliento de su tierra siempre le abrasará el corazón y será como una estrella que alumbre su vocación.
No callará la vida, ni se esfumará la sencilla elegancia de los hombres buenos, mientras sea la poesía el eco de sus esfuerzos, el reflejo de todas sus horas de gozo, el cálido refugio que mitiga el sufrimiento; el abrazo, el beso… Todo aquello que por eterno, hace renacer día tras día, ese pedazo de mundo al que llamamos pueblo.





martes, 22 de noviembre de 2016





























Estos son los hermosos colores del otoño que nos roba sentimientos, emociones; que nos llena de nostalgia, de melancolía, de esperanza. Siempre bello, siempre encaramado a la vida. Preludio del frío invierno  que, sin piedad, desvanecerá su luz y su lamento.

lunes, 21 de noviembre de 2016


 Aquí tenéis un pedacito de "Mi Refugio" muy bien descrito en el poema de este mismo nombre que aparece en mi libro "Onil Verso a Verso"

domingo, 20 de noviembre de 2016




LA ÚLTIMA GUERRILLA


                 En una noche de abril
               habitada por el silencio
               la luna desde el estrellado cielo
               hace quiebros al musulmán insurrecto
               vistiendo sus noches de ansias y anhelos,
               ansias…
 de poseer esta tierra y enraizar en su suelo,
               que la buena sangre ruge
 en la entraña de este pueblo.

Se ve la estampa del moro,
agazapado en sus miedos
pensando, sin paz ni descanso,
como rendir a la cruz, al cristiano
y a todo su orgullo sereno y gallardo,
arde la antorcha…
presagiando un día nuevo
en el que Onil  defenderá, entero,
con uñas y dientes su casa y sus fueros.

Ya la luz del sol domina en el cielo
la pólvora retumba con rumor de trueno
y el acero de la espada
              se bate en severo duelo,
por doquier se escucha el palpitar del fuego
la media luna combate con su corazón mas fiero
que esta tierra se merece
el mas grande de los esfuerzos
por tener tanta belleza albergada en sus adentros.

La batalla toca a su fin
devolviéndole la paz al viento
y una vez más la luz del firmamento
ilumina al vencedor con sus rayos intensos,
se ve la majestad de la cruz
       que se alza soberana
para rendir al infiel que acobardó a la mañana,
para dejarse querer…
por estas gentes extraordinarias.

Algo olvidó el sarraceno inmerso en la decepción
abandonando los pies de Palacio
sin poder contener el llanto
al perder tan noble bastión.
Y es que en la fe verdadera
por encima de los hombres
dispone Dios de sus tierras
y así se quedo este pueblo

en manos de su mejor Reina.