Y aquí, en nuestra casa, llevamos a cabo nuestras luchas, nuestras vidas, sobreviviendo cada día a tantos y tantos retos que se nos presentan.

Camina despacio

por el sutil tiempo

que la vida pasa

y se torna recuerdo.

Ama con fuerza

y bebe el silencio

porque las palabras...

se las lleva el viento.

A veces es necesario descubrir nuestra soledad, meternos de lleno en ella y contemplarnos por dentro para poder encontrarnos con nosotros mismos, reflexionar, mirar nuestra pequeñez y asi despertar con fuerzas renovadas para entregarnos a los demás.

Este es uno de mis libros, Onil  verso a verso, es una recopilación de mis vivencias en este bello pueblo de la montaña alicantina. En el se reflejan tradiciones, costumbres,sentimientos, todo aquello que conlleva la vida diaria, tan diferente y tan semejante a la vez, en todos y cada uno de los pueblos de España.
El pueblo sigue siendo el hermano pequeño de la ciudad, que por el hecho de ser  pequeño, aun conserva integra su inocencia, su calma, su paz.  A veces es acogedor y tranquilo y otras es un torbellino de risas ó llantos, porque la vida en un pueblo sigue siendo VIDA.

Allá donde se funde el cielo y la tierra, 

allá donde la luz y la sombra se confunden

se posa la mirada del alma enamorada

creando un sueño de inusitada esperanza.